La dependencia emocional puede esconderse detrás de la intensidad y confundirse con lo que creemos que es amor. Para mí, descubrir si estaba atrapada en esa red fue un proceso de reconocer una señal tras otra de esa dependencia.
¿Te aterra la idea de estar sola(o)? Esa incomodidad constante ante la soledad fue mi primera señal. Cada hueco vacío en mi día lo llenaba desesperadamente con la presencia de mi pareja, convirtiéndome en prisionera de mi propio miedo.
Tomar decisiones basadas únicamente en la aprobación o desaprobación de mi pareja fue otra señal. La validación externa se volvió mi brújula, perdiendo la autonomía para decidir por mí misma. La pérdida de identidad se infiltró lentamente. Sacrificar mis intereses, gustos y metas para adaptarme a lo que creía que mi pareja esperaba de mí, me hizo cuestionar quién era realmente. Dejé a mis amigos y mi círculo se hizo más pequeño hasta que sólo era él.
El constante anhelo de validación fue lo último. Sentirme incompleta sin la confirmación constante de mi pareja me hizo darme cuenta de la profunda dependencia emocional en la que me encontraba.
Reconocer estas señales fue mi primer paso hacia la libertad emocional. El segundo fue buscar ayuda, sobre todo profesional. Mi familia y amigos estuvieron ahí para mí y con la ayuda de una profesional fui recuperándome. Algunos días son más difíciles, pero otros disfruto a plenitud mi libertad.
Si esto te resulta familiar, recuerda que no estás sola(o). Considera hablar con un profesional para entender y superar la dependencia emocional. La libertad está al alcance. Te podemos ayudar, escríbenos por por WhatsApp al +18723087291 o visita www.vidabienestarmental.com
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